LA BIPEDESTACIÓN



Orígenes
El origen de la bipedestación es del origen del ser humano. Dos millones de años antes
que el ser humano fuera hábil, caminó bípedo. Existen variadas hipótesis sobre porque se
produjo esta evolución, aunque probablemente se deba a la unión de diferentes factores:
El cambio climático producido en el Oligoceno, provocó la desertificación de zonas
selváticas donde vivían los homínidos, estos tuvieron que dejar los árboles y caminar
sobre la tierra para conseguir el alimento, cada vez más escaso, la posición erecta
ayudaba a incrementar su horizonte visual, se vieron obligados a cambiar la dieta y se
volvieron más omnívoros (especialmente granívoros y carroñeros), debieron comenzar a
recorrer largas distancias detrás de los rebaños, la posición erecta ofrecía como ventaja
una área menor de exposición al sol cuando está en el cenit, y un ahorro energético en
largas distancias.

Cambios morfológicos
La posición erguida es propia del humano, los póngidos pueden desplazadse de un
modo bípedo, pero solo por un corto tiempo. Numerosas características tiene la operación
de permanecer vertical. Mantener derecho el tronco es la mitad de todo lo que hace falta
para mantener la postura vertical. La otra mitad consiste en alinear las piernas con el
tronco, solo los humanos somos capaces de estirar todo el cuerpo, dar pasos sin grandes
movimientos del tronco y extender las piernas por detrás de la cadera. El foramen
mágnum, el orificio de la base del cráneo por donde sale la médula espinal, está situado
debajo del cráneo y no detrás, o en diagonal como en los póngidos, esto le permite al

En la taxonomía tradicional, los póngidos son una familia de primates antropomorfos constituida por los grandes simios, algunos extintos. Sobreviven los orangutanes (género Pongo), los gorilas (género Gorilla), y los chimpancés y bonobos (género Pan).
cerebro estar sobre el eje vertical del cuerpo, que está en ángulo recto con el suelo. La
columna vertebral, gracias a una serie de curvaturas opuestas que se compensan, guarda
la vertical del eje medio del cuerpo. El eje cefalopodal se representa por una línea
imaginaria que pasa por delante de las vértebras cervicales, continúa por delante de las
vértebras lumbares y finamente cae en el centro del polígono de sustentación delimitado
por los pies. La bipedestación comprende una reorganización completa del esqueleto, que
se ha resulto con notable perfección, una forma de apreciar la eficacia de la biomecánica
humana es seguir la trayectoria del centro de gravedad cuando nos desplazamos. Cuanto
más recta sea la trayectoria del centro de gravedad, más energía se economiza en la
marcha. En los humanos el centro de gravedad (ubicado entre la 2° vértebra sacra y el
ombligo) al andar describe una línea casi recta.
El pie humano sirve a un doble papel, durante la locomoción funciona como una
estructura móvil y en estática como una palanca rígida, pero ya no es un órgano prensil
como en los póngidos; esta tarea queda exclusivamente para las manos, quienes han
sido previamente libradas del trabajo de sustentación y locomoción. Se inicia así una
nueva etapa. La posición bípeda acentúa la diferencia entre manos y pies, la interacción
entre la mano y el cerebro que fue un elemento determinante para la evolución del
humano. Mientras más actividades desarrollaba el hombre con sus manos, más se
desarrollaba su cerebro, mientras más erguido caminaba, más se desarrollada su
cerebelo. Pero no debemos olvidar que librar las manos de la función de sustentación
también significó dejar recaer todo el peso del cuerpo en el miembro inferior, inclusive, el
peso propio del miembro superior.